miércoles, 6 de abril de 2011

La dulce tortura de la bruma al cerrar los ojos, acercandome al segundo portal en donde mis actos son controlados por un ser superior,
cada movimiento, cada deseo cumplido , tu nombre de chocolate suculento,
en la hermosa realidad de el cuento mejor contado, solo para mi,
egoístamente para mi,
sin nadie más, en una isla desconocida..
hablas tú : quiero abrazarte hasta cansarme y cerrar mis ojos , 
llenarme de placer al tocar tus labios, dejar la cámara en el velador y que el flash retrate estos momentos hasta que las pilas se descarguen y finalmente morir en el último suspiro..
hablo yo : volviste a escribir, volviste? es acaso este un sueño del cual no quiero despertar? me mantengo atada a tus ojos y a los míos para impedirlo, y si te digo que es así podrías perdonarme? antes de que me respondas dejame decirte que te amo,
que no te lo dije nunca directamente y ahora quiero decirlo,
ahora antes de que sea demasiado tarde, te amo, te amo..


Me senté en la cama, el sueño había sido demasiado intenso,
tenías un hijo,
ya no había vuelta atrás, me besabas mientras me mostrabas fotos de él, mientras como siempre soy oyente de tus detalles, a la vez te abrazaba, recibía tus besos,
pero las lágrimas caían, la tristeza me consumía,
era un ser inerte recibiendo tus labios..
abrí los ojos las lágrimas caían solas carente de llanto,
las heridas se abrieron, sentí pena, sentí tristeza , sentí las culpas,
conversé conmigo,
intento recomponerme,
pero nadie puede sacarme de la cabeza que tengo que decirtelo todo



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