Hay un agujero que atraviesa mi pecho sin abertura final en la espalda,
es invisible para los indolentes y corredores de una maratón pero tan visible para el mendigo que lucha contra el frío de la noche y para los niños que juegan con los perros en un parque.
No tengo la certeza de como apareció, un día me miré al espejo y pude notarlo,
entonces le pregunté a una amiga quién pudo haberlo hecho?
entonces su respuesta fue certera como la vida, no importaba quien ni cómo sino lo que ese agujero iba a siginificar para mi vida..
Caminé por las calles de la gran ciudad,
abandoné las cuatro paredes y lugares virtuales,
me sumergí en el mar,
sentí como la sal ardía en mi pecho,
sentí como ese ardor me hacía más fuerte,
endurecía las paredes de mi piel pero a la vez dilataba mi corazón..
así dejó de latir para después aumentar de un latido por segundo a miles..
así camino con agujero poco permanente,
lo observo en el espejo,
lo observo para no olvidar,
para acordarme que estoy viva,
para acordarme de mi.
miércoles, 20 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario