miércoles, 6 de abril de 2011

Desperté con miedo, con lágrimas que caían a través de mis ojos sin llanto,
para conversar conmigo, para expresar y darme cuenta que todo este tiempo he tratado de tapar el sol con un dedo, negar mis propios sentimientos,
correr sin siquiera detenerme en las heridas,
en los músculos que me piden descanso a gratis,
en los músculos de un corazón que bombea y bombea,
sin detenerme a entender que un paro cardiaco sería mortal,
tan mortal como aquel sueño..
estabas tú en uno de nuestros encuentros furtivos,
habías tenido un hijo, me contabas de eso mientras me besabas y yo lloraba porque ya no había vuelta atrás,
es acaso una señal,
de que de una puta vez debo decirte las cosas,
que aún te amo y con eso de seguro mi corazón, mis sentimientos y emociones bajarán de revolución,
porque un sueño puede ser sólo eso o el gatillante de lo que has estado evitando,
tapando sin compasión;
hoy aprendí que hay que tener cuidado , que no debemos subestimarnos,
que no podemos aparentar por mucho tiempo,
que podemos volvernos fuertes pero eso no sginifica volvernos duros,
menos yo que naturalmente soy sensible y en esta sensibilidad no he de callarme más, nunca más me lo prometo, como promesa tatuada en el cuerpo.

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